FARÁNDULAS

lunes, 29 de mayo de 2017

AMOR POR LOS CABALLOS

Rafael Baena
Ciertas personas de cuatro patas
Luna Libros
2014 
176 páginas


El niño va montado sobre Panela, una vieja yegua mora con la rienda apretada sobre su mano izquierda y la derecha sobre la silla de montar. No alcanza los estribos y tiene que apoyar los pies sobre los correajes. El niño es el escritor Rafael Baena en la hacienda Baza, en Boyacá, hace 50 años. Este es el recuerdo más remoto que le viene a la memoria a la hora de escribir Ciertas personas de cuatro patas, un bello libro, entre autobiográfico e histórico pero siempre con tono muy personal, que habla de su pasión por los caballos: “Ese niño soy –o era– yo, y ahora, transcurrido medio siglo, en realidad no estoy muy seguro del nombre de aquella yegua, pues ese dato me fue suministrado años después por Antonio, mi padre. Pero tengo claro el placer arrebatador de aquel olor y del resto de los recuerdos de mi cabalgata a lo largo del camellón de la hacienda Baza, durante las que quizá fueron mis primeras vacaciones ecuestres”.

Otro recuerdo borroso y menos grato de su infancia en relación con los caballos ocurrió en Sincelejo -donde nació Baena- y tiene que ver con las corralejas, a las que lo llevaba su abuelo. Un pandemonio en una improvisada plaza de toros en la que garrocheros, a caballo, toreaban enormes cebúes, entre la algarabía del público y el ruido atronador de bandas papayeras. Hombres corneados y caballos galopando enloquecidos: las primeras escenas de violencia en vivo y en directo de su vida. Sin embargo, los que prevalecen son los buenos recuerdos: muchos caballos queridos, entre ellos, en el que aprendieron a montar sus hijas, el que salvó de una muerte dolorosa, la yegua que le salvó la vida y Casandra, “una alazana de gran alzada” a la que le prometió que si algún día escribía una novela, los caballos serían protagonistas. Por cierto, Baena ha cumplido su promesa en varias de sus novelas y especialmente en la titulada ¡Vuelvan caras, carajo!, un homenaje a Juan José Rondón y a los jinetes llaneros de la guerra de Independencia.

“En aquella batalla me habían matado mi caballo Laurik, mi consuelo en la tierra”, dice el escritor ruso Isaac Babel en Caballería Roja. A lo largo del libro, Baena se refiere a los caballos como sus amigos y relata varios episodios que revelan una comunicación profunda que pueden llegar a tener algunos seres humanos con aquellas “personas de cuatro patas”. Para él, la mejor descripción de esa comunicación está plasmada en la película Avatar en la que los jinetes del planeta Pandora, al montar sobres sus équidos de dos patas, conectan las terminales nerviosas de sus cabelleras a las crines de las monturas para formar una sola entidad. Hipócrates recomendaba montar a caballo para tener buena salud y prevenir enfermedades; existe una disciplina, la equinoterapia, aceptada por la comunidad científica, que se aplica a niños con limitaciones neurológicas o personas que han perdido sus piernas, para estimular su médula espinal y sus conexiones nerviosas. Como simple jinete, Baena da fe “de la transformación que obra en el ánimo un paseo a caballo, por breve que sea”.

Cuando las guerras terminaban –cuenta Varujan Vosganian en El libro de los susurros– en el campo de batalla quedaban solamente los caballos muertos. Nadie los recogía pese a que la historia de los hombres es en gran medida la historia de los caballos. El caballo como arma, como tecnología de guerra: algo que terminó en la Primera Guerra Mundial cuando fueron reemplazados por tanques y vehículos blindados. Aunque hubo honrosas excepciones. Los 20 regimientos de la caballería polaca combatiendo contra los panzer de Hitler: “Sables curvos y lanzas contra cañones; cascos contra planchas de blindaje y orugas de acero”. Baena nos hace recuento de las mejores gestas históricas sobre los lomos de los caballos: Alejandro Magno, Aníbal, Julio César, Adriano, Napoleón, Bolívar, los sioux, los llaneros.

El caballo, relegado a bestia de carga, ha dejado de ser protagonista de la historia. Por eso, Baena suscribe con Fernando Savater esta inquietud: “Tal vez debamos preguntarnos mejor qué tan humanos somos ahora que estamos sin caballos”.


jueves, 25 de mayo de 2017

INCREIBLE NO PUEDES DEJAR DE LEER ESTO! IMPERDONABLE


El diario express.co.uk causó un gran revuelo en el mundo del fútbol tras revelar que al parecer Cristiano Ronaldo habría pedido a James que siga en el Real Madrid y que no se marche al United.

Según el diario, el vínculo que hay entre CR7 y el colombiano es mucho más cercano de lo que se piensa y no solo por compartir a Jorge Méndes como representante, sino también por el compañerismo que hay entre ambos.

El problema, explica, es que James está condenado al banquillo en el equipo de Zidane y el ‘10’ quiere, como es natural, ser protagonista en el equipo en donde esté.

Según la información, el astro portugués le recordó al cucuteño la etapa en que Mourinho estuvo en el Madrid y “lo infelices que eran”. Además, le mencionó que por su estilo de juego le costaría adaptarse al club inglés.

En ese sentido, Ronaldo estaría intentando mover sus influencias en las directivas del Madrid para que James no se marche y opte por ganarse la confianza de Zidane.

Lo que sí es cierto, es que James está concentrado en la final de la Champions contra la ‘Juve’ el próximo 3 de junio y espera tener minutos para una vez más demostrar su talento.

viernes, 12 de mayo de 2017

CONCEPTO Y CLASIFICACION DE LOS ALGORITMOS INFORMATICOS

Tipos de algoritmos
Significado de algoritmo
¿Qué es un algoritmo? Se denomina algoritmo a una combinación de pasos lógicos dispuestos de forma organizada para resolver un problema. Los algoritmos ayudan a ordenar el trabajo en numerosas disciplinas. En informática se utilizan para expresar las ‘instrucciones’ con las que se realizan las funciones, y se suele expresar mediante diferentes tipos de diagrama. El esquema más conocido es el diagrama de flujo, que muestra paso por paso como se debe proseguir, y principalmente, las preguntas que el operador se debe hacer para proseguir con el siguiente paso y así llegar al final del proceso. Si algún paso falla, el algoritmo permite “retroceder ordenadamente” la cantidad de pasos que sean necesarios para corregir el error.
Clasificación y Tipos de algoritmos
Se ha clasificado a los algoritmos de diversas formas, de acuerdo con algunos de sus atributos. Por ejemplo:

A) Según el sistema de signos con el que describen los pasos a seguir, se reconocen:
–Algoritmos cualitativos: cuando se hace a través de palabras, es decir, las instrucciones son verbales. Sucede, por ejemplo, con recetas de cocina.
–Algoritmos cuantitativos: cuando se hace a través de cálculos numéricos. Se puede hacer un algoritmo, por ejemplo, para obtener la raíz cuadrada de un número.

B) Según su función, los algoritmos pueden ser:
–Algoritmos de ordenamiento: secuencian los elementos que ingresan a partir de un cierto orden, en general, según un orden numérico o léxico.
–Algoritmos de búsqueda: al contrario de realizar operaciones o secuenciar elementos, se dedica a encontrar dentro de una lista que ingresa, uno o varios elementos en particular que cumplan con el conjunto de condiciones dadas.
–Algoritmos de encaminamiento: deciden de qué modo se deberá transmitir algo que llega, y cómo seguirá un conjunto de pasos encadenados. Se dividen fundamentalmente entre adaptativos y estáticos, los primeros con cierta capacidad de aprendizaje y ajuste a la circunstancia, mientras que los segundos funcionan mecánicamente, siempre del mismo modo. Es importante decir que los algoritmos de encaminamiento cuentan con una propia subdivisión, según el camino que se toma para que la transmisión llegue de manera efectiva (ejemplos de estos tipos son: por el camino más corto, de manera óptima, basado en el flujo, etc.).

C) También los algoritmos han sido clasificados según la estrategia que se utiliza para llegar al resultado. Veamos algunos ejemplos:
–Algoritmos probabilísticos: no se puede estar seguro de la exactitud de la respuesta que darán. Se agrupan en distintos subtipos, pero con esa premisa: o bien presentan soluciones aproximadas del problema, o bien presentan soluciones que pueden ser correctas pero también erróneas.
–Algoritmo cotidiano: es el que se da en la vida común de las personas, no se aplica en sistemas informáticos ni en nada ajeno al día a día. Muchas de las decisiones que se toman desde que uno se despierta por la mañana pertenecen a este grupo.
–Algoritmo heurístico: abandona alguno de los objetivos como recurso para terminar llegando a la solución. En general, son utilizados cuando no existe una solución mediante las vías tradicionales.
–Algoritmo de escalada: se comienza con una solución insatisfactoria (que no cumple la entrada y la salida), y se la va modificando aproximándose a lo que se busca. En algún momento, estaremos cerca de (o llegaremos a) la solución correcta.
Algoritmo voraz: Con la idea de llegar a una solución óptima definitiva, elige analizar cada paso como único y elegir la solución óptima para ese paso.
–Algoritmo determinista: es completamente lineal (cada paso tiene un paso sucesor y un paso predecesor) y por lo tanto predictivo, si se conocen sus entradas y su forma de proceder. El algoritmo de Euclides, que permite averiguar el máximo común divisor entre dos números, responde a este tipo. Se distinguen de los no deterministas, donde el algoritmo tiene un comportamiento en forma de árbol.



lunes, 8 de mayo de 2017

BIOGRAFIA FÉLIX RUBÉN GARCÍA SARMIENTO

Conocido como Rubén Darío (Metapa, hoy Ciudad DaríoMatagalpa18 de enero de 1867-León6 de febrero de 1916), fue un poetaperiodista y diplomático nicaragüense, máximo representante del modernismo literario en lengua española. Es, posiblemente, el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Es llamado príncipe de las letras castellanas.
Fue el primer hijo de Manuel García y Rosa Sarmiento, quienes se habían casado en León (Nicaragua) en 1866, tras conseguir las dispensas eclesiásticas necesarias, pues se trataba de primos segundos.[cita requerida] Sin embargo, la conducta de Manuel, aficionado en exceso al alcohol y a las mujeres,1 hizo que Rosa, ya embarazada, tomara la decisión de abandonar el hogar conyugal y refugiarse en la ciudad de Metapa, en la que dio a luz a su hijo, Félix Rubén.2 3 El matrimonio terminaría por reconciliarse, e incluso Rosa llegó a dar a luz a otra hija de Manuel, Cándida Rosa, quien murió a los pocos días. La relación se volvió a deteriorar y Rosa abandonó a su marido para ir a vivir con su hijo en casa de una tía suya, Bernarda Sarmiento, que vivía con su esposo, el coronel Félix Ramírez Madregil, en la misma ciudad de León. Rosa Sarmiento conoció poco después a otro hombre, y estableció con él su residencia en San Marcos de Colón, en el departamento de Choluteca, en Honduras.2 3
Aunque según su fe de bautismo el primer apellido de Rubén era García, la familia paterna era conocida desde generaciones por el apellido Darío. El propio Rubén lo explica en su autobiografía:
Según lo que algunos ancianos de aquella ciudad de mi infancia me han referido, uno de mis tatarabuelos tenía por nombre Darío. En la pequeña población conocíale todo el mundo por don Darío; a sus hijos e hijas, por los Daríos, las Daríos. Fue así desapareciendo el primer apellido, a punto de que mi bisabuela paterna firmaba ya Rita Darío; y ello, convertido en patronímico, llegó a adquirir valor legal; pues mi padre, que era comerciante, realizó todos sus negocios ya con el nombre de Manuel Darío [...].4

La catedral-basílica de la Asunción, en la ciudad de León, en la que transcurrió la infancia del poeta. Sus restos se encuentran sepultados en esta iglesia.
La niñez de Rubén Darío transcurrió en la ciudad de León, criado por sus tíos abuelos Félix y Bernarda, a quienes consideró en su infancia sus verdaderos padres (de hecho, durante sus primeros años firmaba sus trabajos escolares como Félix Rubén Ramírez). Apenas tuvo contacto con su madre, que residía en Honduras, y con su padre, a quien llamaba "tío Manuel".

Sobre sus primeros años hay pocas noticias, aunque se sabe que a la muerte del coronel Félix Ramírez, en 1871, la familia pasó apuros económicos, e incluso se pensó en colocar al joven Rubén como aprendiz de sastre. Según su biógrafo Edelberto Torres, asistió a varias escuelas de la ciudad de León antes de pasar, en los años 1879 y 1880, a educarse con los jesuitas.

BIOGRAFÍA JOSÉ ROSAS MORENO

 (Lagos de MorenoJalisco14 de agosto de 1838 - LeónGuanajuato13 de julio de 1883). fabulista mexicano del siglo XIX, hijo de Don Ignacio Rosas y Doña Olaya Moreno (pariente del insurgente Pedro Moreno).satos
Estudió la primaria en LeónGuanajuato, posteriormente ingresando en el colegio de San Gregorio de la ciudad de México. Siempre vivió como un cabal liberal, siendo constantemente perseguido por sus ideas y opiniones. Tras restaurarse la república, figuró en varios períodos como diputado para el Congreso General. Fue el responsable de la fundación de varios periódicos, además de desempeñar varios puestos públicos, como el de regidor del ayuntamiento de León, diputado a la Legislatura de Guanajuato, y después al Congreso de la Unión, durante varios periodos.
Fue un poeta de tono menor. Sus varias obras líricas contienen apacibilidad y dulzura, nostalgia y suave melancolía. Escribió también varias obras de teatro para niños, poemas de historias de México y libros de lectura infantiles. Buena parte de su colección de poemas se publicó en 1891 con el título de "Ramo de violetas" con prólogo de Ignacio Altamirano. "La vuelta a la aldea" es uno de sus últimos textos románticos, indicador de la influencia de los trabajos de Becquer en la poesía mexicana. Además de escribir poemas líricos, ayudó a cultivar el drama con un sentido artístico.

En un período de olvido hacia su obra, estrenó una pieza sobre Sor Juana Inés de la Cruz en 1876. A Rosas Moreno se le ha llamado "El poeta de la niñez" por sus grandes obras poéticas y dramáticas dirigidas a los niños, tal como "El Ratoncillo Ignorante". Comúnmente es considerado como el mejor fabulista mexicano; sus apólogos son de los más notables que se han escrito en México.